Cuando los síntomas son reales
Por Trastornos Psicosomáticos entendemos aquellos cuadros clínicos que presentando síntomas físicos no se encuentra una causa orgánica que los justifique. También hablamos de trastornos psicosomáticos en aquellos cuadros en los que existiendo una causa orgánica los factores psicológicos incrementan la intensidad de los síntomas. Generalmente las personas con Trastornos Psicosomáticos realizan un largo recorrido pasando por diferentes especialistas médicos sin que nadie pueda encontrar la causa de los síntomas que presentan. Parece lógico que presentando un síntoma físico quieran encontrar una causa orgánica. Finalmente llegan a la consulta del psicólogo, en ocasiones como último recurso. A muchos pacientes con estos trastornos al principio les cuesta mucho creer que un síntoma físico pueda tener una causa psicológica. Sin embargo la estrecha relación que existe entre mente y cuerpo está sobradamente demostrada. Basta con que pensemos en los síntomas que tenemos en nuestro organismo cuando nos dan un susto bruscamente: taquicardia, sensaciones incómodas en el estómago, sofocaciones, falta de aire, mareo, etc. Todos estos síntomas se producen por los cambios fisiológicos que sufre nuestro organismo cuando tenemos una reacción de miedo. En este sentido existe evidencia de la relación entre los estados mentales y cambios en nuestro organismo.
Entre los trastornos psicosomáticos más frecuentes encontramos trastorno cutáneos (picores, acné, dermatitis, urticaria y alopecia areata), trastornos gastrointestinales (colon irritable, gastritis crónica, úlcera péptica, estreñimiento), endocrinos (hipertiroidismo e hipotiroidismo) migrañas y cefaleas tensionales entre otros.
Cómo se detecta y se diagnostica este trastorno
Los trastornos psicosomáticos suelen ser multicausales. Por tanto es fundamental realizar una historia clínica pormenorizada. Ciertas vulnerabilidades físicas pueden verse potenciadas por factores psicológicos para generar finalmente un síntoma físico. En la mayoría de casos los factores psicológicos que precipitan el síntoma físico no son evidentes. En este sentido es imprescindible realizar una extensa exploración psicológica en esta primera visita. Es habitual encontrar en esta exploración factores de personalidad (no evidentes) que acostumbran a presentar las personas con Trastornos Psicosomáticos, por lo que frecuentemente el psicólogo le solicitará pruebas de personalidad.
Por otro lado el psicólogo realizará una historia del síntoma físico. Para ello le preguntará cuando apareció el síntoma, tipo de síntoma, localización en el cuerpo, cuando se presenta e intensidad del mismo. Es también importante en esta primera visita que traiga todas las pruebas médicas que le hayan realizado.
Finalmente se emitirá un juicio clínico sobre la probabilidad de que el síntoma sea efectivamente de causalidad psicológica. En el caso de que así sea se realizará también un plan de tratamiento para las siguientes sesiones.
Recuerde, nuestros objetivos durante la primera consulta serán:
1. Exploración psicológica y exploración del síntoma.
2. Orientación diagnóstica: juicio clínico sobre la posibilidad de que el síntoma que presente tenga un origen psicológico.
3. Elaborar un plan de tratamiento.
El tratamiento siempre es personalizado
Tras un diagnóstico positivo, el primer objetivo terapéutico en un Trastorno Psicosomático es que el paciente pueda llegar a entender como un factor psicológico puede estar causándole un síntoma claramente físico. Este primer elemento es fundamental para que el paciente confíe y se implique en el tratamiento.
Nuestro tratamiento pretende modificar factores psicológicos y rasgos de personalidad que determinan como el paciente afronta las situaciones conflictivas con las que se encuentra y muy en particular la del propio síntoma. Nuestro programa de tratamiento combina técnicas cognitivas, técnicas psicofisiológicas y técnicas conductuales que se adaptan al tipo de paciente y síntoma, por lo que se trata de un tratamiento muy personalizado.