Estrés: La sensación de vivir bajo presión

La respuesta de estrés es fruto de una activación fisiológica de nuestro organismo automática e involuntaria que se produce ante situaciones en las que existe una percepción de peligro para el individuo o de demanda importante. Esta respuesta produce en nuestro organismo unos cambios fisiológicos que nos preparan para hacer frente al peligro o a la demanda a la que nos debemos enfrentar, entre los que destacan un aumento de la presión arterial, aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la tensión en los músculos, aumento del riego sanguíneo al cerebro, aumento de la secreción de adrenalina, disminución del riego sanguíneo a la piel y al sistema gastrointestinal, entre otros. Esta respuesta de nuestro organismo está diseñada para que nuestro cuerpo disponga de energía para hacer frente al peligro y por tanto no es problemática en sí misma.

El problema surge cuando esta repuesta de estrés se da con mucha frecuencia o durante tiempo prolongado. Es entonces cuando aparecen las consecuencias negativas del estrés. El problema de la persona estresada es que percibe muchas demandas a las que ha de enfrentarse y por tanto activa su organismo con mucha frecuencia, forzándolo en exceso y por lo tanto produciendo síntomas físicos y psicológicos. Entre los síntomas más típicos encontramos los dolores de cabeza y espalda, malas digestiones, taquicardias, dificultades de concentración y olvidos frecuentes, mareos, insomnio, nerviosismo y preocupaciones, irritabilidad, ansiedad. Sin embargo el estrés puede generar multitud se síntomas y alteraciones en nuestro organismo y a largo plazo el desgaste producido por la activación repetida de nuestro cuerpo puede generar enfermedades graves.

La importancia de un diagnóstico correcto

Como en cualquier trastorno lo más importante es realizar un diagnóstico correcto. Para ello en la primera visita el psicólogo realizará una exploración de toda la sintomatología física y psicológica que presenta el paciente. Explorará también los estresores, (es decir las situaciones que le provocan la respuesta de estrés) a los que debe enfrentarse y como se ha ido desarrollando el en tiempo el problema de estrés: inicio del problema, momentos más agudos y que se ha hecho hasta el momento para intentar solucionarlo. Es habitual que las personas que acuden al Centro de Psicología Inspira en Veracruz hayan pasado ya por otros especialistas para consultar sus síntomas físicos. Si dispone de informes médicos o de pruebas médicas que se haya realizado recientemente es aconsejable que los traiga a esta primera visita. Una vez recopilada toda la información se podrá realizar el diagnóstico y diseñar un plan de tratamiento específico.

Por tanto en esta primera visita perseguiremos los siguientes objetivos:

1. Exploración de la sintomatología física y psicológica.
2. Exploración de los estresores del paciente.
3. Diagnostico preciso.
4. Que el paciente entienda qué es lo que le pasa y porqué.
5. Diseño de un plan de tratamiento.

En qué consiste el tratamiento para el estrés

El tratamiento del estrés generalmente comprender el uso de técnicas muy diversas. La reestructuración cognitiva es la más importante pero la adquisición de habilidades de afrontamiento y la modificación de algunos hábitos y del estilo de vida son también muy importantes.

Nuestro programa de tratamiento se aplica en distintas fases. Primero introducimos aquellos cambios en la vida del paciente que con poco esfuerzo pueden repercutir muy positivamente en su salud. Conseguir un sueño reparador, una alimentación adecuada y la práctica regular de actividad física van a ser los primeros de nuestros objetivos. Un organismo descansado, bien alimentado y en buena forma física mitiga en gran medida los efectos del estrés. Generalmente el segundo paso es desarrollar en el paciente aquellas habilidades de afrontamiento que le van a permitir afrontar de forma adecuada los estresores a los que se enfrenta. Se trata de un entrenamiento muy adaptado a las necesidades de cada paciente. Como fase final se realizarán técnicas de terapia cognitiva que modificarán aquellos aspectos mentales que le hacen vulnerable al estrés. Estás técnicas son las más importantes para controlar el estrés y requieren por parte del psicólogo un alto grado de especialización. Los tratamientos del estrés que no aplican esta técnica adecuadamente acostumbran a no ser eficaces. Al final del tratamiento no solo conseguimos eliminar el estrés sino convertir a nuestro paciente en una persona resistente al estrés.

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