Dominados por la imagen corporal

Existen diferentes Trastornos Alimenticios, pero sin duda los más conocidos son la anorexia y la bulimia nerviosas. La característica esencial de estos trastornos es la alteración de la conducta alimentaria. La Anorexia Nerviosa consiste en el rechazo a mantener un peso corporal mínimo normalizado, en un miedo intenso a ganar peso y en una alteración de la percepción de la forma o el tamaño del cuerpo, percibiéndose generalmente mucho más obesos de lo que realmente están. Generalmente presentan un peso por debajo del normal para su edad y estatura. La pérdida de peso la consiguen mediante la disminución progresiva de la ingesta. En muchas ocasiones esto se inicia eliminado algunos alimentos que se consideran calóricos para posteriormente generalizarlo al resto de alimentos. La mayoría de pacientes acaban con una dieta restringida a muy pocos alimentos. Es habitual el uso de otros métodos para perder peso: laxantes, diuréticos, vómitos provocados y la realización de ejercicio físico excesivo. La mayoría de pacientes ocultan todas estas estrategias a sus familiares de manera que en los estadios iniciales de la enfermedad puede ser difícil detectarlas.

Cuándo debemos preocuparnos y pedir ayuda a un especialista

Como signos de alerta podemos considerar los siguientes: peso por debajo de lo normal, ir al lavabo justo después de cada comida para provocarse el vómito, trocear la comida en pedazos muy pequeños y moverla por el plato, tener alimentos prohibidos, la realización de mucho ejercicio físico y la presencia de amenorrea (pérdida de la menstruación). No se conocen exactamente las causas de la Anorexia pero están claramente relacionados con aspectos como las personalidades autoexigentes y perfeccionistas, vivir en entornos en los que se da mucha importancia al aspecto físico y al adelgazamiento, tener una imagen negativa de uno mismo y tener un cambio importante en la vida. Es importante remarcar que el 10 % de los pacientes con anorexia acaban muriendo por causa de este trastorno.

Las características esenciales de la Bulimia Nerviosa consisten en atracones de comida sin control por parte de la persona que van seguidos de métodos para compensarlos con el fin de no ganar peso, como por ejemplo provocación del vómito, uso de laxantes, diuréticos y enemas, ejercicio físico excesivo y en ocasiones ayuno. Durante los atracones de comida la persona ingiere grandes cantidades de comida sin ningún tipo de control. Es frecuente que al finalizar el atracón sufran dolores de estómago. El peso de los bulímicos es normal o por encima de la normalidad.

Primer paso: Reconocer el problema

Es muy complicado que una persona afectada de un trastorno alimentario quiera acudir a la consulta de un especialista. Generalmente no reconocen que están enfermos y llegan a nuestra consulta a la fuerza. Hay 4 puntos importantes que hemos de conseguir en esta visita:

1) Realizar un diagnóstico preciso.

2) garantizar la salud física del paciente por lo se realizará un estudio de la masa corporal. Pesos muy por debajo de lo normal pueden llevar a complicaciones muy importantes a nivel médico.

3) orientar a los padres u otros familiares sobre como actuar con el paciente.

4) Finalmente trazaremos un plan de tratamiento a seguir a partir de ese momento.

El objetivo del tratamiento

Anorexia

Las personas que padecen anorexia sienten un miedo real a engordar y tienen una imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por esto que no pueden mantener un peso corporal normal. Muchos adolescentes con anorexia restringen la ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico excesivo. Apenas comen, y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión.

Otras personas que padecen anorexia recurren a los atracones y las purgas: ingieren grandes cantidades de alimentos y luego tratan de deshacerse de las calorías induciendo el vómito, tomando laxantes, haciendo ejercicios físicos en exceso, o mediante una combinación de estas.

En la Anorexia Nerviosa el mayor desafío en el tratamiento es hacer que la persona reconozca que tiene una enfermedad. La mayoría de las personas que sufren esta enfermedad niegan tener un trastorno alimentario y, con frecuencia, inician tratamiento cuando el problema hace tiempo que está instaurado.

Bulimia

La bulimia es similar a la anorexia. En el caso de la bulimia, quien la padece se da grandes atracones de comida (come en exceso) y después trata de compensarlo con medidas drásticas, como el vómito inducido o el ejercicio físico en exceso para evitar subir de peso. Con el tiempo, esto puede resultar peligroso, tanto física como emocionalmente. También puede conducir a comportamientos compulsivos (es decir, comportamientos que son difíciles de evitar).

El diagnóstico de la bulimia se da cuando una persona recurre a los atracones y a la purga de manera regular, al menos dos veces por semana, durante un par de meses. Estos atracones no equivalen a situaciones como ir a una fiesta, comer cantidades excesivas de pizza y al día siguiente decidir ir al gimnasio y comer más sano.

Las personas bulímicas comen grandes cantidades de comida de golpe (generalmente comida chatarra) y suelen hacerlo a escondidas. Con frecuencia comen alimentos que no están cocidos o que aún están congelados, o sacan comida de la basura. Suelen sentir que no pueden dejar de comer y solo lo hacen cuando están demasiado llenos como para seguir comiendo. La mayoría de las personas que padecen bulimia luego recurren a los vómitos, a los laxantes o al ejercicio físico excesivo.

Los objetivos del tratamiento se focalizan en la normalización de hábitos y la restauración de creencias saludable sobre la ingesta y la imagen corporal. Es fundamental el asesoramiento y la implicación de padres o familiares en el tratamiento. Nuestro programa de tratamiento está basado en técnicas cognitivo conductuales que gozan de un excelente aval científico, terapia familiar y farmacologico.

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