Debido a los avances tecnológicos, las redes sociales y la presencia de internet en prácticamente todos los teléfonos móviles, nos pasamos muchas horas del día conectados al “smartphone”.
Esto causa que cuando nos quedamos incomunicados, sin celular, nos sentimos perdidos en este mundo dependiente de las nuevas tecnologías.
Adicción al teléfono móvil: causas y síntomas
Pese a que el uso de la tecnología puede ser muy útil, pues nos permite estar constantemente en conexión con casi todos los rincones del planeta, la incomunicación nos puede llegar a producir una sensación de ansiedad que nos invade y nos hace desear intensamente el momento en que volvamos a estar conectados.
Los síntomas ansiosos y obsesivos que presentamos cuando nos quedamos sin móvil han sido reconocidos por los psicólogos, y este miedo excesivo e irracional a estar sin smartphone ha sido bautizado como “Nomofobia”. El término proviene de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”. De este síndrome hablaremos hoy, no solo para poner el foco en los aspectos negativos de las nuevas tecnologías, sino también para intentar reflexionar sobre el uso que de ellas hacemos.
El primer estudio sobre Nomofobia
Muchos expertos hablan de la Nomofobia como la nueva enfermedad del siglo XXI. Los estudios sobre este fenómeno se iniciaron en 2011 en Reino Unido, con una investigación realizada por la Oficina de Correos de Reino Unido y el Instituto Demoscópico YouGo.
El estudio contó con 2.163 sujetos, y los datos revelaron que el 53% de los usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido sienten ansiedad cuando se agota la batería de su teléfono móvil, lo pierden o se quedan sin cobertura. El estudio también reveló que el 58% de los hombres y el 48% de las mujeres sufren este trastorno.
El estudio también concluyó que los niveles de estrés que presentaban las personas con Nomofobia eran equiparables al que puede tener una persona el día antes de su boda. Además, el 55% de los participantes manifestó “sentirse aislado” cuando no disponían del celular.
Cómo es una persona con Nomofobia
Son muchas las personas que sufren dependencia del teléfono móvil y están conctadas las 24 horas, y los expertos piensan que el perfil del nomofóbico es el de una persona que tiene poca autoconfianza en sí misma y baja autoestima, con carencia de habilidades sociales y de resolución de conflictos, y que en su tiempo de ocio solo usa el móvil y parece incapaz de disfrutar sin él.
En cuanto a la edad, este trastorno es más habitual en adolescentes, pues tienen más necesidad de ser aceptados por los demás y están más familiarizados con las nuevas tecnologías.
Síntomas de la Nomofobia
Los síntomas que pueden presentar una persona con Nomofobia, son los siguientes:
- Sensación de ansiedad
- Taquicardias
- Pensamientos obsesivos
- Dolor de cabeza
- Dolor de estómago
La educación es básica para prevenir este tipo de patologías asociadas al uso de las nuevas tecnologías
La Nomofobia es otra de las patologías asociadas directamente al uso y desarrollo de las nuevas tecnologías. Desde que surgieron los smartphones, cada vez son más las personas que dependen exclusivamente de estos aparatos y cada vez son más los usuarios que han desarrollado este trastorno.
Pese a que los adultos también pueden sufrir este trastorno, son los niños y jóvenes los que tienen más probabilidad de sufrir problemas de salud mental como consecuencia de la dependencia a las nuevas tecnologías, pues pasan muchas horas conectados y desarrollan su identidad en las redes sociales. Son los «nativos digitales»; personas que han vivido desde su nacimiento rodeados de tecnologías de este tipo.
Aprendiendo a usar la tecnología con moderación
Respecto a esto, el psicólogo Jonathan García-Allen en el artículo “Síndrome FOMO: sentir que la vida de los demás es más interesante”, comenta que “la educación es básica para prevenir este tipo de patologías y debe hacerse desde edades tempranas“. Según el propio García-Allen, “El problema principal no son las nuevas tecnologías, sino el uso patológico de las mismas, que puede materializarse tanto en adicción como en usos que pueden generar problemas psicológicos”.
Por tanto, la clave no está en prohibir el uso de los smartphones a los niños y adolescentes, sino en hacerles entender la importancia del uso correcto de estos aparatos y velar por una educación que comprenda tanto los aspectos positivos de las nuevas tecnologías como los usos indebidos y patológicos. A este respecto, la prevención en el ámbito familiar y en la escuela es el elemento clave.